La poda del ciprés - El Nou Garden

La poda del ciprés

La poda del ciprés

El ciprés es un árbol original de la cuenca del Mediterráneo que se cultiva en mucho países del sur de Europa. Su peculiar porte cónico con pequeñas ramas cubiertas de follaje verde oscuro y la calidad de su madera hacen de esta conífera un seto decorativo, muy habitual en los jardines. Es una planta poco exigente que solamente necesita ser podada para mantenerse sana y hermosa.

Este árbol, que se caracteriza por el follaje de color verde oscuro y la forma cónica que adopta cuando se desarrolla, puede llegar a alcanzar los 18 metros de altura (existen variedades que pueden llegar a alcanzar los 40 metros de altura). Aunque el color de sus hojas puede ser de diferentes tonalidades, cualquier variedad de ciprés desprende un olor sutil muy propio de esta planta. Son de carácter robusto, ideales para utilizar como setos, los cipreses desarrollan un espesor vegetal que resulta muy útil para proteger los jardines de vientos fuertes y de las miradas del exterior. Además de ser plantas resistentes no presentan demasiadas exigencias en lo que respecta al tipo de suelo. Se adaptan perfectamente a los climas templados, pero también se pueden adaptar a otros climas más duros.

 

Se suele plantar en otoño, antes de la llegada del invierno, para proteger a la joven planta y que soporte bien el frío del invierno, es necesario un acolchado lo suficientemente espeso en la base. Un sustrato neutro, rico y aireado es lo más apropiado para su cultivo, que tenga un buen drenaje lo más importante. Aunque la luz y el calor son buenos para el ciprés, no le es nada bueno la exposición directa al sol durante todo el día. Una situación de semisombra es la mejor opción.

 

Para un uso de carácter ornamental no es necesario podarlo regularmente, con podar para mantener una forma ordenada y bonita cuando lo necesite es suficiente. Si no se dispone de mucho espacio, existen especies enanas que no crecen tanto. Para crear un seto será necesario realizar una poda regular pensando en la medida que alcanzará cuando sea grande. Sí podamos durante la primavera lograremos un crecimiento más rápido del árbol.

 

Más allá de la poda del ciprés, es una planta de pocos cuidados. Sin embargo, hay que tener cuidado con el riego, pues es una planta sensible muy con las humedades y puede desarrollar hongos y parásitos con facilidad. Por eso es tan importante que tenga un buen drenaje. En tiempos de sequía se puede regar más a menudo, pero siempre evitando los encharcamientos.

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