Este árbol pertenece a la familia Mimosaceae. Tiene por nombre científico acacia dealbata y es popularmente conocido como acacia francesa, acacia de hoja azul o acacia mimosa. Es un árbol de corteza lisa y agrietada a veces de color marrón pardo. Sus ramas estriadas con pequeñas hojas verdes agrupan las flores en racimos amarillos dorados. Su olor es perfumado y muy característico de esta flor. La mimosa es muy común en toda Sudamérica desde México hasta Uruguay y Argentina, pasando por América central. El aceite esencial que podemos sacar de esta planta es muy utilizado alrededor del mundo.
La mimosa, tradicionalmente, se ha utilizado para tratar lesiones superficiales, heridas y quemaduras.
Mimosa injertada hojas verdes - Acacia dealbata - Acacia injerto
- Además, el aceite de mimosa es efectivo como calmante nervioso, por lo que es muy útil para tratar el estrés, la ansiedad y la tensión nerviosa. Del polvo de la corteza de la mimosa, una vez extraído, podemos aprovechar sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antisépticas. El efecto reparador cutáneo y cicatrizante es una de las ventajas que podemos obtener de esta planta. Contiene flavonoides, terpenos, taninos y ácidos fenólicos, que también son muy buenos regenerantes y reafirmantes.
- Para producir aceite esencial de mimosa se utilizan las flores y los brotes principalmente. Su corteza es aromática también, aunque su olor característico se suele utilizar en la industria del curtido.
- Las propiedades analgésicas de la mimosa fueron utilizadas por la Cruz Roja para tratar a los heridos de un incendio y de un terremoto. Los pacientes que fueron tratados con esta planta experimentaron notables progresos en la cicatrización de sus heridas. En un periodo de tres meses las heridas estaban cerradas y la piel recuperaba su pigmentación natural progresivamente.
- Esta planta también funciona como un vigilante privado. Sus hojas se cierran a las horas cuando la tocamos, por lo que si la tenemos plantada en la puerta de la entrada y alguien la toca se cierra. Con comprobar como están las hojas podemos deducir si alguien merodeó nuestra casa.