El estragón o Artemisa Dracunculus pertenece a la familia de las Asteraceae, posee un parentesco cercano con el Ajenjo. Puede alcanzar el metro de altura, algunas especies superan los 120 cm. El origen geográfico de esta planta sigue siendo un misterio, aunque algunos estudiosos concluyen que proviene de Siberia. Crece en estado salvaje en algunos países del sur de Europa; mientras que al norte por lo general es cultivada, existiendo una gran variedad que por lo general llevan el nombre de su país (estragón ruso, estragón francés, estragón germánico)‚ estas especies solamente se diferencian en el sabor y el aroma.
Usos medicinales y culinarios del estragón
Estragón - Artemisia dracunculus
El estragón tiene cualidades medicinales fantásticas. Favorece la digestión al ser tomada en infusiones. Alivia la artrosis mediante lavados de pies y manos, para ello debemos colocar hojas frescas en una tina. Elaborando un cataplasma con sus flores y hojas frescas bien machacadas, podemos tratar el dolor de muelas. Tiene propiedades digestivas, carminativas, antisépticas, además es emenagogo, vermífugo, es ideal para tratar el hipo, las digestiones pesadas, la inapetencia, la anorexia. Incluso también posee cualidades aperitivas, por lo cual es un buen aliado en la cocina.
Además de todas estas increíbles ventajas, se utiliza para aromatizar y dar un toque especial a diversos platos de la gastronomía europea. Está presente en las cremas vegetales, ensaladas, fritadas‚ siendo especialmente popular en la cocina francesa (por ejemplo en la composición del famoso Bouquet Garni). Como sucede con el ajenjo, el estragón es también empleado en la composición de vinagres aromáticos; asimismo se utiliza para darle un toque especial a las conservas (pepinillos, cebollines, verduritas a la vinagreta). Esta planta es capaz de reducir la acidez de nuestras comidas y, a su vez, aportar un perfume apetitoso para darle ese toque tan especial.