Esta planta tan especial llegó a Europa a finales del siglo XVIII, desde las lejanas tierras de las antípodas, Australia y Tasmania concretamente. A día de hoy se conocen una treintena de especies distintas de callistemon que fácilmente podemos encontrar en los jardines. Sin duda alguna, es una planta que no pasa desapercibida. Sus flores, que nacen de unas espigas violáceas, pueden llegar a ser de color rojo, rosa, blanco o incluso verde, siendo las más llamativas son las rojas. Es un arbusto muy resistente que se adapta bien, incluso en terrenos donde otras plantas no prosperan.
CONDICIONES PARA EL CULTIVO DE CALLISTEMON
Callistemon laevis - Callistemon citrinus Splendens
A pesar de ser una planta muy resistente que incluso puede sobrevivir los 10 grados bajo cero no conviene que sufra demasiadas heladas. En tal caso, es mejor proteger la planta cubriendola con un plástico o entrando la planta al interior, si está en una maceta. Aunque se adapta mejor que otras plantas en suelos pobres, es un arbusto acostumbrado a los ambientes húmedos y a tierras fértiles. Mejor evitar las zonas sombrías, es una planta que ama el sol directo y florece con la luz solar.
Riego y sustrato
Al callistemon le gusta la humedad, así pues, los riegos serán abundantes, sobretodo durante los meses más calurosos del verano. El suelo debe ser muy drenante, pues no aguanta bien los encharcamientos y se puede deteriorar con facilidad. El sustrato será ácido y fértil, si queremos que crezca vigorosamente. En invierno apenas necesita agua, por lo que evitaremos regar demasiado.
Poda
Después de la floración es cuando es necesario podar el callistemon. Para mantener esta planta sana y asegurarnos de que esté en buenas condiciones la próxima temporada, lo mejor es podar los tallos justo por por debajo de las flores marchitas.
Plagas y enfermedades
El callistemon puede ser atacado por la araña roja, si se encuentran telas de araña por toda la planta es muy probable que el problema sea este. La cochinilla algodonosa es otro enemigo del callistemon, se puede localizar revisando el reverso de las hojas, si se encuentran botones de algodón adheridos es un signo claro. Además esta planta también puede atraer al pulgón; en cualquiera de estos casos, lo mejor que se puede hacer es combatirlo con productos especializados.