Las orquídeas son unas flores muy especiales, de las más bonitas y exóticas del mundo. Esta especie cuenta con más de 30.000 variedades diferentes y más de 200.000 variedades híbridas. Pueden crecer tanto en interior como en exterior, sin embargo no es una plant fácil de cuidar. Si quieres aventurarte a cultivar orquídeas, deberás estar preparado para afrontar algún que otro fracaso, que en la práctica se irán convirtiendo en triunfos.
TEMPERATURA. Procura conseguir la temperatura ideal para las orquídeas, teniendo en cuenta que es una planta que procede de un clima tropical. Eso se traduce en 12 horas al día de luz solar y buena temperatura, entre unos 18 y 24 °C. Es bueno que la diferencia de temperatura entre el día y la noche no sea superior a los 6,5 °C de diferencia.
Las orquídeas más comunes comercialmente son las del género Phalaenopsis, conocidas como orquídea mariposa; las del género Dendrobium, que cuenta con más de 1200 especies distintas y las del género Oncidiums, que se caracterizan por los tallos de ala y la parte del pétalo inferior de la flor un tanto callosa.
Cada tipo de orquídea requiere unas condiciones de temperatura, riego, luz, etc. distintas. Lo mejor que puedes hacer para saber cual es la más indicada para ti, es preguntar en los viveros que tengas cerca de casa y averiguar cómo cultivar correctamente tu tipo de orquídea, sin embargo a continuación veremos con que podemos empezar.
SUSTRATO A las orquídeas no les va bien el mismo sustrato que usamos para las demás flores, puesto que sus raíces necesitan respirar mucho más que lo que podrían con tierra ‚Äúnormal‚Äù. Una mezcla más suelta y porosa es lo que les va mejor. Para ello puedes emplear corteza triturada, cáscara de coco, carbón vegetal o perlita mezclado con tierra de maceta.
La mezcla de sustrato fino es bueno para la mayoría de orquídeas Oncidiums, las trinitarias y las orquídeas de raíces pequeñas, las cuales les encanta la humedad.
La mezcla de sustrato medio es adecuada para las Cattleya, las Phalaenopsis y otras orquídeas maduras.
Si no estás seguro de cual utilizar, empieza con la mezcla de sustrato media.
CULTIVO. Escoge una maceta pequeña para tu orquídea y asegúrate de que la maceta tenga bastantes agujeros para que drene bien el agua. Algunas orquídeas, como la Cymbidium, necesitan macetas más grandes para acomodar sus grandes sistemas de raíces. Recuerda que es malo regar con demasiada frecuencia las orquídeas. Puedes utilizar la maceta que más te convenga, pero las que veremos seguidamente son las más recomendables para orquídeas.
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Macetas de rejilla. Estas tienen mallas metálicas y proporcionan un entorno transpirable. Se pueden colgar para recibir mejor la luz solar.
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Macetas de plástico transparente. Las raíces pueden recibir mejor la luz solar. Con estas podremos revisar las raíces sin molestar la planta.
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Macetas de madera. Fabricadas con madera resistente a la putrefacción. Si utilizamos estas debemos colocar una capa de musgo antes de añadir el sustrato.
TRASPLANTE. Saca la orquídea de su maceta original y revisa las raíces, corta las que veas podridas o muertas. Coloca las raíces más maduras apoyadas contra la pared del tiesto y añade la mezcla de sustrato cubriendo ligeramente el sistema de raíces.
SIEMBRA. Esparce unas cuantas semillas justo por debajo de la superficie de la tierra de tu maceta. Añade un poco de fertilizante, ecológico mejor, y no olvides utilizar la mejor tierra que encuentres.