Árboles de hoja caduca
La característica principal de las plantas caducifolias es la pérdida de las hojas. El término caducifolia tiene su origen en dos palabras latinas - "caducus" y "folium" - que podemos traducir como caída y hoja. En líneas generales se puede afirmar que toda planta que pierde, después de un período vegetativo de desarrollo, todas sus hojas es una caducifolia. El motivo por lo que ocurre es simple y hay que buscarlo en una medida de protección que la planta ha adquirido. Es un sistema por el cual se protege para les épocas problemáticas, como el de los meses fríos con menor exposición solar o de tiempos de sequía extrema, manteniendo sus procesos consumiendo el mínimo de energía.
Los árboles caducos tienen en común, aunque hay excepciones, hojas de tamaño grande, de aspecto plano y unirse a las ramas por un tallo peculiar (el pecíolo). La mayoría pierden las hojas en otoño y regalan la vista adquiriendo diversas tonalidades de color. Las flores, usualmente, aparecerán cuando la mayoría de las hojas hayan desaparecido del árbol. Es una forma, tanto de hacerlas más visibles a los insectos, como de facilitar que el viento se lleve el polen. Otras características notables: las semillas están en frutos protegidos por cáscaras, son árboles longevos y que crecen lentamente, suelen tener una buena red radicular, les gusta los suelos ricos y prefieren los climas moderados más que los extremos.
La poesía es un árbol sin hojas que da sombra (Juan Gelman)