Es una de las plantas más conocidas, utilizada y venerada de Sudamérica. Es la flor nacional de Perú, una de las dos de Bolivia y está considerada la flor sagrada de la civilización inca. Los incas usaban sus flores para diversos ceremoniales, plantándola en sus lugares y zonas sagradas y para demonstrar hospitalidad a los extranjeros o para despedir a los difuntos.
Sus flores son muy vistosas y los precolombinos la relacionaban con el agua por sus propiedades para calmar la sed. Además de su uso para jardinería ornamental, utilizando su hermosa floración, o para confeccionar vallas o cierres vegetales. Se ha extendido su uso, asimismo, en zonas con problemas de erosión o de inestabilidad del terreno por su potente crecimiento radicular y capacidad de estabilización.
Las ramas de la cantuta se usan en la empresa de la cestería, la madera para fabricar bastones y con un elaborado proceso de sus hojas y tallos se produce un colorante de color amarillo.
También recibe el nombre de Cantu, Flor de inca y Jantu.
Las infusiones elaboradas con flores y ramas tiernas de cantuta son un excelentes para combatir la diarrea. En el terreno de la medicina natural, además de sus propiedades astringentes, se le conocen usos para combatir problemas pulmonares, oculares y cutáneos.