Las abejas y otros polinizadores desempeñan un papel fundamental en el ecosistema, ayudando a la reproducción de las plantas y garantizando cosechas abundantes en huertos y jardines. Sin ellos, la biodiversidad y la producción de frutas, verduras y flores se verían gravemente afectadas. Si quieres convertir tu jardín en un refugio para estos insectos beneficiosos, aquí te mostramos cómo lograrlo.

1. Elige plantas ricas en néctar y polen

Las abejas y otros polinizadores se sienten atraídos por flores con abundante néctar y polen. Algunas de las mejores opciones son:

• Lavanda: Su intenso aroma y sus flores ricas en néctar la convierten en un imán para las abejas.

• Romero y tomillo: Hierbas aromáticas que no solo atraerán polinizadores, sino que también podrás utilizar en la cocina.

• Rosales perfumados: Variedades como el 'Chrysler Imperial' o el 'Charles de Gaulle' son especialmente atractivas para las abejas.

• Girasoles: Sus grandes cabezas florales proporcionan abundante polen.

• Caléndulas y capuchinas: Fáciles de cultivar y con una floración prolongada.

2. Crea un entorno amigable para polinizadores

Además de proporcionarles alimento, es importante crear un hábitat adecuado para que las abejas y otros polinizadores puedan refugiarse y reproducirse.

• Evita pesticidas químicos: Opta por alternativas ecológicas o métodos naturales para el control de plagas.

• Ofrece agua: Un pequeño plato con agua y piedras donde puedan posarse ayudará a mantenerlas hidratadas.

• Planta en grupos: Las flores agrupadas en zonas específicas facilitan el acceso al néctar y polen.

• Deja algunas áreas silvestres: No cortes toda la vegetación; deja algunos rincones con flores silvestres y arbustos nativos.

3. Instala refugios para polinizadores

Las abejas solitarias y otros insectos beneficiosos necesitan lugares donde anidar. Puedes ayudarles de la siguiente manera:

• Hoteles para insectos: Pequeñas estructuras de madera con perforaciones donde las abejas solitarias pueden refugiarse.

• Montones de ramas y hojas secas: Algunos polinizadores, como los sírfidos, encuentran refugio en estos espacios naturales.

• Hojas y tallos secos: Evita retirarlos por completo en otoño e invierno, ya que algunas especies los utilizan como refugio.

4. Mantén una floración constante durante todo el año

Para garantizar que siempre haya alimento disponible para los polinizadores, selecciona plantas que florezcan en diferentes estaciones. Algunas sugerencias incluyen:

• Primavera: Cerezos, almendros, lavanda, prímulas.

• Verano: Rosales, girasoles, lavanda, orégano.

• Otoño: Hiedra, dalias, ásteres.

• Invierno: Brezos, eléboros, algunas variedades de romero.

Beneficios de atraer polinizadores a tu jardín

Contar con un jardín amigable para los polinizadores no solo contribuye a la biodiversidad, sino que también aporta numerosos beneficios:

• Mayor producción en huertos: Si cultivas frutas o hortalizas, notarás un aumento en la cantidad y calidad de los frutos.

• Jardín más saludable: Un ecosistema equilibrado ayuda a reducir plagas de manera natural.

• Mayor belleza y color: Un jardín lleno de flores y vida resulta más atractivo y armonioso.

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